14.1.05

Escondite.

De niños solíamos jugar a las escondidas... nos era indispensable hallar un buen lugar sólo por el placer de ganarle a quien le tocaba contar, regocijarnos en la oscuridad, con una sonrisa desbordándonos el rostro y el corazón galopante.
Hoy hay veces en que yo necesito esconderme. No sé de qué o de quién... quizá sea de mí misma a veces...
Por suerte siempre hallo un lugar saguro para hacerlo; sea bajo mi almohada, adentro de un cuaderno o en la fresca oscuridad de tus manos.

No hay comentarios.: