6.9.09

Educando a Juan 1

Yo sé que casi nadie lee estas cosas que escribo... pero bue, vamos a empezar una campaña de "bien" público.
Este es Juan. El más común de todos los Juanes. Uno más de las personas que vemos todos los días en la calle. Gente como Juan ha ido adquiriendo vicios molestos que nadie le dice que debería revisar.

Desde hoy, yo (y quienes se animen), vamos a hacer eso. A enseñarle a Juan y a todos lo que son como él que hay cosas que podría evitar que molesten a sus congéneres y que la convivencia en este mundo sea un poquitín más pacífica.

Vamos a comenzar por algo muy sencillo (y bastante indignante también). Cuando una persona va al cine, teatro o similar; se supone que va a entretenerse, distraerse, centrar su atención en el espectáculo desplegado a sus ojos y oídos, ¿verdad?
Qué horrible es que en medio de esa escena crucial... en mitad del suspenso más estremecedor... se oiga un "tininin tininin" (en el mejor de los casos) seguido de un "Hola! No, boludo, no puedo hablar, estoy en el cine" ¿Y PARA QUE DEJAS EL CELULAR ENCENDIDO, JUAN? ¿¡EH!? No obstante, no se calla, no corta... se pone a contarle qué pelicula está viendo, quiénes actúan, con quiénes fue al cine, qué hizo antes... Lo peor es que nadie le dice nada tampoco, y nuestro "SHHHHHH!" suena tan ínfimo que se pierde entre la voz de Juan y el sonido de la película. ¿Nos acostumbramos a que nos caguen la película? Pregunto... porque todos pagamos (y nada barata) la entrada para pasar un momento mirando y ESCUCHANDO esa película.
Ni hablar cuando sucede en un teatro... Los actores deben tomar cursos de yoga para contenerse y no bajar a cagar a trompadas a quienes tan irrespetuosamente los desconcentran de su labor.
Por eso, Juan, no es difícil: Ni siquiera te pedimos que apagues el celular. Comprendemos que podrías necesitar que te avisen de una emergencia laboral o familiar. Ponés el celular en modo "vibrar" y santo remedio. Si es una llamada importante y tenés que atenderla, te levantás, te dirigís al pasillo y hablás con tranquilidad y sin tanto barullo de fondo. ¿Te parece una buena solución?
Porque sino la próxima vez, en lugar del "SHHHHH!" aislado al que no le prestás la más mínima atención, vas a recibir una avalancha de pochoclos y gaseosas de una horda de espectadores que queremos disfrutar de la película en paz.
Gracias por tu atención, Juan. Divulgalo entre tus amigos. Para que podamos convivir en armonía. De onda te lo digo ^^